Además de la de Hawking, otra propuesta de solución al cambio climático y calentamiento global es la de la mayoría de los científicos, políticos y empresarios a nivel mundial los cuales están invirtiendo con un paradigma político tradicional “invertir enormes cantidades de dinero público y privado en megaproyectos para la modernización de sus países para la generación de nuevos empleos y el crecimiento de su economía”.
Algunos ejemplos de inversión de dinero público y privado en megaproyectos para la generación de energías y tecnologías limpias, plantar árboles, turismo, el TMEC, mejor comunicación, conectividad, más seguridad nacional, mejores sistemas de salud, becas para estudiantes pobres, pensiones para adultos mayores, más universidades, etcétera.
Sin duda estos megaproyectos ayudarán mucho, sin embargo, lo más preocupante que visualizamos es que no se están invirtiendo por igual enormes cantidades de dinero público y privado en megaproyectos que innoven radicalmente la educación básica y media superior medieval del mundo y que el dinero vaya dirigido a preparar a los 2 mil millones de niños y jóvenes del año 2021 y las futuras generaciones para que enfrenten con éxito los asombrosos desafíos que les esperan en la era del coronavirus, de la transición hacia energías y tecnologías limpias, de la automatización del trabajo, del cambio climático y calentamiento global.
Aunque algunos opinen lo contrario, los niños y jóvenes estudiantes del año 2021 y las futuras generaciones están en el olvido con instalaciones de educación básica y media superior medievales y en ruinas, con currículos de matemáticas, ciencias y tecnología anacrónicos (de más de 400 años).
Analizando los resultados de la prueba PISA del 2018 los estudiantes están reprobados en lectura, matemáticas y ciencias, es decir, tenemos al 99% de los niños y jóvenes estudiantes de educación básica y media superior a nivel mundial en la ignorancia medieval, aspirantes a trabajos mal remunerados o al desempleo, ya que los robots han venido reemplazando muchos trabajos cotidianos, durante la transición hacia las energías y tecnologías limpias les va encarecer la vida y por consecuencia billones quedarán en la pobreza extrema.
Analizando la compleja realidad del año 2021 en la que están viviendo 2 mil millones de niños y jóvenes estudiantes podemos inferir que no están preparados con las herramientas matemáticas, científicas y tecnológicas para solucionar los problemas desde su causa raíz de estos asombrosos desafíos que les esperan.
Para complicar aún más el futuro de nuestros niños y jóvenes, la pandemia del coronavirus fue una bomba atómica que vino y colapsó al sistema de salud, al económico y dejó en ruinas a la educación básica y media superior.