Si el programa evoluciona las 3 inteligencias naturales de los niños y jóvenes estudiantes (intelectual, emocional e instintiva) y salen por ellos mismos de la pobreza, lo voy a celebrar; si los estudiantes salen preparados para solucionar problemas desde su causa raíz en la industria STEM, lo voy a celebrar; si el gobierno ya no invierte el dinero público para ayudar a los pobres ¡porque ya no hay!, lo voy a celebrar; si la industria STEM y el gobierno de México ahorran al año 7.6 billones de pesos de los cuales 4.2 billones son por concepto de costos de pobre calidad y 3.4 billones por costos de bienestar social para enfrentar la pobreza, lo voy a celebrar; si la humanidad desarrolla tecnología que no intoxique o desbalancee los sistemas ecológicos de mi amado planeta azul, lo voy a celebrar. Al final voy a decir que valió la pena haber dedicado gran parte de mi dinero y mi vida al desarrollo de este maravilloso programa.